Miles de excelentes compañeros y cariñosos animales mueren en la calle solos, hambrientos, sedientos, enfermos, atropellados, maltratados o sacrificados en las perreras, simplemente porque hay suficiente espacio o recursos para cuidar de ellos.
Con la adopción de un animal, tambien disminuye la demanda para comprar cachorros en lugares donde su producción está basada en las ganancias y no en el bienestar de los animales.
Las tiendas de mascotas y los criadores de traspatio, lo que hacen es tener fábricas de cachorros. Los perros que se crían en estos lugares, tienen a menudo defectos genéticos y problemas de salud. Además las madres de estos cachorros son mantenidas en condiciones deplorables, encerradas en jaulas, desnutridas y faltas de amor. Se fuerzan a criar sin parar hasta que sus cuerpos ya no pueden más, y cuando ya no sirven, son eliminadas.